El 13 de febrero se celebra el Día Mundial de la Radio, un medio tecnológico cuya aparición en el siglo XX cambió radicalmente la comunicación, la política y la sociabilidad.
Desde la antigüedad la humanidad pretendió extender la potencia de la voz humana, reemplazándola por distintos instrumentos: los faros, las señales de fuego y humo, la “posta” de sonidos o las señales lumínicas.
El telégrafo y el teléfono eran, hacia fines del siglo XIX, las tecnologías más avanzadas para potenciar la voz. Pero la necesidad de cables o hilos entre ambos polos (aparato emisor y aparato receptor de señales) dificultaba técnica y económicamente algunas conexiones, sobre todo cuando las distancias eran muy largas o tenían obstáculos naturales (montañas, mar, etc.).
Hasta que apareció la radio, una tecnología que posibilitó la comunicación sin hilos, a través del envío de señales de audio por ondas electromagnéticas.
Aunque ha quedado para la historia que el inventor de la radio fue Guglielmo Marconi quien presentó la patente en 1904, realmente fue Nikola Tesla quien en 1895 inventó un sistema para transmitir mensajes de voz sin hilos.
Hoy se sabe que Marconi utilizó el invento de Tesla en 1899 para realizar la primera comunicación sin cables: envió un mensaje entre Dover (Inglaterra) y Boulougne (Francia), a una distancia de 48 kilómetros. Un par de años más tarde, en 1901, amplió esa distancia y realizó la primera transmisión que cruzó el océano Atlántico.
Pero en el año 1943 la Corte Suprema de Estado Unidos reconoció a Nikola Tesla como el inventor de la radio y le devolvió la patente en poder de Marconi hasta ese momento.
Las primeras transmisiones radiales en Argentina comenzaron en 1920. El 27 de agosto de ese año, desde la azotea del Teatro Coliseo de Buenos Aires, la Sociedad Radio Argentina transmitió la ópera “Parsifal” de Richard Wagner, comenzando así con la programación de la primera emisora de radiodifusión en el mundo.
Su creador, organizador y el primer locutor del mundo fue el doctor Enrique Telémaco Susini. Para 1925, ya había 12 estaciones de radio Buenos Aires y otras 10 en el interior del país.
Entre 1920 y 1930, muchos hogares en países occidentales tenían receptores de radio. Durante esos años, esta tecnología se convirtió en la principal fuente de información para la población.
Desde sus casas, sin necesidad de saber leer o de tener acceso a los diarios escritos, la gente empezó a estar al corriente de lo que ocurría. Los programas difundían información y conocimiento, a la vez que debatían sobre asuntos políticos y sociales.
Las personas podían estar informadas, pero además se enteraban de las noticias con una rapidez que nunca antes se había visto.
Esta inmediatez a la hora de transmitir informaciones hizo que la radio jugara un papel crucial durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945). Las personas alrededor del mundo podían seguir el desarrollo del conflicto casi en tiempo real.
Por otro lado, tanto nazis como aliados emitían mensajes de propaganda para contar su versión de la guerra y confundir al enemigo, o bien para dar ánimos a la población.
Hasta los años ‘50, la radio disfrutó de una gran popularidad. Los programas y retransmisiones eran cada vez más numerosos, lo que convirtió a este medio de comunicación en un fenómeno social.
La época dorada de la radio terminó con la aparición de la televisión y, más tarde, Internet. Aunque todavía hoy sigue siendo el medio de comunicación más utilizado en el mundo.
© El Día de Gualeguaychú