Cada 21 de septiembre, en el hemisferio sur, se celebra el Día de la Primavera, estación del año en que la naturaleza renace y se renueva, las plantas comienzan a florecer, los días son más largos y las temperaturas son más cálidas.
Esta transformación de la naturaleza se asocia a menudo con conceptos de renovación, crecimiento y juventud. Por lo tanto, es comprensible que muchas culturas vean la primavera como un momento de frescura y vitalidad, y lo relacionen con la juventud.
No es casual, al respecto, que en Argentina el inicio de la primavera coincida con el Día del Estudiante, oportunidad en que las plazas y paseos públicos se llenan de adolescentes, que festejan con música y color su condición, tan emparentada con la “estación de las flores”.
A todo esto, Gualeguaychú se apresta a celebrar su estudiantina, un evento artístico y cultural que ha trascendido las fronteras comarcales, y se ha convertido en un producto turístico.
En pocas semanas tendrá lugar una nueva edición de las “Carrozas Estudiantiles”, en la que los estudiantes secundarios locales muestran el resultado de un trabajo colectivo durante varios meses.
El desfile nació en 1959, cuando Eclio Giusto construyó la primera carroza en adhesión a la fiesta de la primavera y al día del estudiante. Desde entonces, este evento se reiteró en el tiempo con la participación de los adolescentes, haciendo historia.
Este acontecimiento quizá sea el símbolo de la primavera en Gualeguaychú. Toda vez que sintetiza amor, renacer y juventud.
Para mucha gente la primavera es la estación preferida del año y esto se debe a la llegada del sol -que al parecer dispara un estado contagioso: el buen humor-, frente al frío y gris invierno.
Muchos expertos en psicología y sociología sostienen que la primavera puede tener un impacto positivo en las interacciones sociales y en el bienestar emocional de las personas.
El aumento de la luz solar y las temperaturas más cálidas mejoran el estado de ánimo de las personas, lo que a su vez puede llevar a una mayor disposición para socializar y relacionarse con otros. Esto estaría relacionado con la influencia de la luz y el clima en los ritmos biológicos y en el estado de ánimo.
Con la llegada de la primavera, las personas tienden a pasar más tiempo al aire libre, lo que proporciona oportunidades naturales para interactuar con amigos, familiares y la comunidad en general. Actividades como paseos, picnics y deportes al aire libre se vuelven más atractivas.
Por otro lado, la primavera es una época de renovación en la naturaleza, y este sentido de frescura y energía renovada puede transmitirse a las interacciones humanas. Las personas pueden sentirse más enérgicas y motivadas para participar en actividades sociales.
En muchas culturas, la llegada de la primavera se celebra con festividades y eventos comunitarios. Estos eventos proporcionan oportunidades para que las personas se reúnan, celebren y fortalezcan sus lazos sociales.
Es importante tener en cuenta que estas observaciones son generales y pueden variar según la persona. No todos los individuos experimentan la misma influencia de la primavera en su vida social.
Pero es cierto que, para muchos, esta estación puede ser una época propicia para fortalecer los vínculos humanos y disfrutar de la compañía de otros.
© El Día de Gualeguaychú