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País más vulnerable a las inundaciones

22 Oct

Argentina se encuentra entre los 15 países en el mundo más afectados por las inundaciones, un fenómeno que causa daños a personas y patrimonios, y entre cuyas causas se cuenta la mano del hombre.

Según la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción de Riesgo de Desastres (UNISDR), el 39% de los desastres que se registran en nuestro país son inundaciones.

Por lo pronto, en las últimas semanas se calcula que 8 millones de hectáreas de la provincia de Buenos Aires se han visto afectadas por las inundaciones.

Las causas que convierten al sur del continente americano en una zona expuesta a los anegamientos son múltiples. Un dato clave es que la mayoría de la población vive en la región litoral fluvial de la Cuenca del Plata.

Y se han venido incrementando los caudales de los ríos Paraná y Uruguay, que terminan en un delta donde confluye la cuarta parte de las aguas de América del Sur.

En la cuenca del Paraná, de 4 millones de metros cuadrados, viven casi 8 de cada 10 argentinos. Según la estadística, en los últimos 30 años la zona del litoral argentino registró cinco de las peores 10 crecidas del siglo XX.

En 1992, por ejemplo, una crecida del río Paraná afectó a importantes zonas de las provincias de Chaco, Formosa, Santa Fe, Entre Ríos y Buenos Aires. La UNISDR, en tanto, recordó que en 2012 las crecidas ocasionaron daños por unos 3.400 millones de dólares.

Las inundaciones, según el informe, son el fenómeno natural más caro para Argentina, toda vez que suele dejar ciudades devastadas, miles de personas evacuadas, y pérdidas económicas cuantiosas.

Pero las inundaciones no serían un fenómeno puramente natural. Al respecto, son cada vez más los estudios que vinculan estos desastres con determinas prácticas productivas.

Al respecto se cree que la sobreexplotación de los suelos en la Argentina, producto del monocultivo de la soja y la tala indiscriminada de bosques, en realidad ha potenciado los efectos adversos de los fenómenos hidrológicos.

Ya en 1995, un trabajo elaborado por la Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas de la Universidad del Litoral (UNL) de Santa Fe, titulado “Implicancias Antrópicas en los Procesos de Inundaciones de Áreas Llanas”, estableció una relación directa entre degradación del suelo e inundación.

“En lo que atañe al proceso de inundación, el excesivo laboreo de la tierra y la erosión provocada se traduce en la formación de costras en la superficie del suelo que impiden la infiltración de las lluvias por impermeabilización”, se lee allí.

Y se añade: “El agua escurre por la superficie, lavando los nutrientes del suelo, erosionando, dejando a la vista los horizontes más pobres en materia orgánica (de ahí la necesidad de incorporarla artificialmente) y contribuyendo al consecuente anegamiento. El agua que no se incorpora a la estructura del suelo no sólo se inutiliza desde el punto de vista agrícola sino que es la que provoca procesos de inundaciones”.

Por lo demás, cabe destacar que la ciudad de Gualeguaychú tiene una historia asociada a las inundaciones, algunas de las cuales dejaron una fuerte secuela en la sociedad nativa, como las crecidas de 1959 y 1978, que produjeron cuantiosos daños.

A nivel local, las crecidas del río Gualeguaychú se han explicado por tres factores: 1-por incrementos de la escorrentía, consecuencia de grandes lluvias en la cuenca y últimamente por la pérdida de absorción del suelo; 2- por variaciones en el régimen del río Uruguay; 3- como resultado de la acción de un fuerte viento sudeste.

 

© El Día de Gualeguaychú

 
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Publicado por en 22/10/2014 en Uncategorized

 

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