Con la apertura este miércoles de una planta de faena local empieza a ser realidad el sueño de los productores de Gualeguaychú de que la carne de cordero llegue a las carnicerías de la ciudad, para que se incorpore a la dieta de los consumidores.
La actividad frigorífica que se llevará a cabo en la Granja Penal Nº9 de Colonia El Potrero, apunta a la provisión de cortes de carne en cantidad y condiciones higiénicas y sanitarias para ser ofrecidas al consumidor local, marca un hito en la economía ovina de Gualeguaychú.
Esta iniciativa promovida en forma conjunta por productores y funcionarios municipales y provinciales concreta el eslabón que le faltaba a la economía ovina de la región, imposibilitada hasta aquí de procesar la materia prima.
Actualmente, la economía ovina de la región no tiene la integración de productores, industrializadores y comerciantes, como existe por ejemplo en las cadenas bovina, avícola y porcina.
Tradicionalmente, la faena de los corderos es realizada por los propios productores, implicando un acontecimiento familiar muy significativo. El animal se mata en el campo para ser consumido por el grupo familiar o para ser vendido a terceros, sobre todo para las fiestas de fin de año.
Uno de los problemas sanitarios y comerciales principales que afrontaban los pequeños productores de las denominadas especies menores como cabritos y corderos era la imposibilidad de contar con mataderos cercanos debidamente habilitados que les permitieran faenar su producción en condiciones sanitarias adecuadas.
Desde la Comisión de Ovinos de la Sociedad Rural Gualeguaychú (SRG), al respecto, se venía insistiendo en que el sector necesitaba una sala de faena accesible, que fuera oficial, con control bromatológico y veterinario, para de esta manera poder ingresar los cortes ovinos a las carnicerías, a los restaurantes y a los supermercados.
Pues bien, la puesta en funcionamiento de la sala de faena en la Granja Penal marca por tanto un paso trascendente para que se potencie la cadena de valor de esta economía regional, que ha sido históricamente muy fuerte en Gualeguaychú al igual que en toda Entre Ríos.
Serán algunos internos de la Granja Penal quienes trabajarán en la sala de faena y para ello se los capacitó a través de clases prácticas realizadas por Sergio Taffarel, un productor cabañero de Urdinarrain.
Se realizó un acondicionamiento tecnológico del lugar de faena -cámaras de frío, mesadas, cuchillería, etc.- una inversión que estuvo a cargo del municipio. Y en esta puesta en valor han intervenido, además, áreas del gobierno provincial y entes públicos como INTI, INTA y Senasa.
La planta tiene una capacidad de faena de 20 ejemplares por día y cuenta con tres cámaras de frío para acopiar la carne faenada durante la semana, además de todas las herramientas necesarias para una realizar las tareas de corte.
A partir de ahora, los ovejeros de la zona, muchos de ellos pequeños productores, lograrán canalizar su producción en forma adecuada, accediendo a una faena que tiene en cuenta las prácticas de higiene sanitaria y reduciendo sus costos agregando valor en origen.
La totalidad de esta producción se destinará a abastecer a los consumidores de Gualeguaychú y de ciudades aledañas.
Cabe agregar que el consumo de carne ovina en Argentina es de alrededor de 1,6 Kg por habitante/año, con marcada variación entre regiones rurales y urbanas. El hecho de que no esté disponible en carnicerías y supermercados genera una falta de hábito de consumo de este producto en la población.
© El Día de Gualeguaychú