RSS

La autosugestión, ¿técnica milagrosa?

31 May

Convencerse de algo, a través de autoafirmaciones constantes y repetitivas, podría hacer que efectivamente ocurra. Al proceso se lo llama “autosugestión” y consiste en adiestrar al subconsciente con vistas a un propósito.

Se trata en realidad de una práctica antiquísima utilizada por sanadores y curanderos de todos los tiempos. Aunque por cierto tiene sus detractores: no es posible, dicen estos, que utilizando frases mágicas se consiga más que con los tratamientos de la medicina moderna.

El problema es que se asocia esta práctica con el pensamiento mágico o la superstición, conceptualizándola como una forma de lavado de cerebro autoinducido.

Se cree que gente inescrupulosa, con cierto poder de influencia, se aprovecha así de personas desesperadas y vulnerables mediante todo tipo de manipulación psicológica. La “cura por fe” sería entonces un fraude producto de la ignorancia popular.

Sin embargo, las personas más racionales admiten que la psicología en un enfermo puede hacer que se cure. Y en este sentido las prácticas terapéuticas de los curanderos tienen cierto fundamento.

Muchos médicos reconocen que la confianza en el tratamiento desempeña un papel fundamental en la recuperación y no implica, en sí misma, daño alguno. El verdadero peligro estriba en que, si la naturaleza del padecimiento exige un tratamiento médico, se pretenda prescindir de él por el hecho de confiar más en la terapia alternativa.

Por otra parte, en la literatura llamada de “autoayuda”, donde se proponen técnicas para elevar la autoestima, encontrar la clave del éxito y obtener la fórmula para resolver los problemas, se exalta el poder de la autosugestión.

“Todos los días, desde todo punto de vista, voy mejor y mejor», dice la frase que sintetiza el método Coué, técnica de curación basada en la autosugestión, ideada en 1913 por el psicólogo y boticario francés Emile Coué, considerado el padre del pensamiento positivo.

Al ejercer su profesión durante la Primera Guerra Mundial, frente a la falta de medicamentos, Coué aplicaba su método y notaba que muchos de sus pacientes se recuperaban como si hubieran sido medicados tradicionalmente.

Así descubrió el efecto placebo. “Verá cómo este remedio lo hará sentir mejor”, sugestionaba Coué a sus pacientes, y mejoraban, aunque sus remedios no tuvieran ninguna eficacia.

Frente a un dolor físico, les sugería repetir insistentemente: “Está pasando, ahora va pasar”, y así se mejoraban, incluso se curaban. “No soy un sanador, sólo enseño a la gente a curarse sola; las curaciones milagrosas que me atribuyen son obra de los enfermos”, decía.

En su libro “El dominio de sí mismo”, Coué explica el procedimiento de su método. Se basa en repetir como un mantra la fórmula, y el resultado está relacionado con la persistencia de su uso y su duración temporal.

“El método funciona para curar problemas psicosomáticos, para mejorar en los deportes, en el trabajo, en el estudio”, explica José Aranda, psicólogo y codirector, desde hace 40 años, de la Asociación de Hipnosis y Sofrología.

La autosugestión revelaría, en el fondo, que el hombre es un ser crédulo y es proclive a hacer que las cosas funcionen según sus creencias. ¿Pero basta el autoconvencimiento para doblegar la realidad a nuestro deseo?

¿Es cierto que si uno se persuade de que puede hacer cualquier cosa tendrá éxito? ¿Acaso la realidad no pone resistencia a nuestros deseos y suele desbaratar nuestros planes, más allá de los convencimientos?

 

© El Día de Gualeguaychú

 
Deja un comentario

Publicado por en 31/05/2017 en Uncategorized

 

Etiquetas: , , , , , , ,

Deja un comentario