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El dengue cambió nuestra percepción sobre los mosquitos

Esos pequeños insectos voladores han sido siempre letales para la humanidad

El dengue cambió nuestra percepción sobre los mosquitos

El sufrimiento causado por la infección viral transmitida por la picadura del Aedes Aegypti, nos hace ver con otros ojos a estas pequeñas criaturas, las cuales son nombradas en la Biblia como una de las plagas enviadas por Dios.

Por Marcelo Lorenzo

Hasta no hace mucho creíamos que eran inofensivos, ya que a lo sumo sus picaduras nos molestaban y ocasionalmente provocaban en algunas personas una reacción específica.

Nada que una buena fumigación, el uso de insecticidas en el hogar y la aplicación de repelentes no pudieran neutralizar. Pero desde hace un tiempo, y en especial a partir de la epidemia de dengue desatada en los últimos meses, ha venido creciendo nuestra aprensión hacia los mosquitos.

Debido al aumento de las temperaturas globales y de las precipitaciones, aquellos que son portadores de enfermedades han ampliado su alcance geográfico.

El caso del Aedes Aegypti es impactante. A causa de su picadura, la enfermedad del dengue ha producido en 2024 una epidemia en proporciones en el Cono Sur, desatando una crisis sanitaria en la Argentina.

Los expertos atribuyen la expansión del mal al cambio climático. Es que hasta hace pocos años se encontraba habitualmente en zonas tropicales y subtropicales.

Pero la elevada temperatura global, producto del trastorno climático, modificó la dinámica de reproducción del mosquito vector. Y ahora la epidemia de dengue llegó para quedarse en nuestra región.

O, en otros términos, no queda otra que lidiar con este tipo de enfermedades de transmisión vectorial.

El último boletín epidemiológico del Ministerio de Salud, refiere que entre el 01/08/2023 y el 28/04/2024, Entre Ríos registró un total acumulado de 17.777 casos notificados de dengue.

En los últimos días el brote de dengue ha empezado una curva descendente, circunstancia que le hace pensar a las autoridades sanitarias que posiblemente el mal en el territorio entrerriano podría llegar a desaparecer entre el 15 y el 31 de mayo.

El punto es que hora tomamos dimensión del poder que tienen estos pequeños insectos, que han dirigido el curso de la historia humana con las enfermedades que transmiten.

En efecto, son capaces de infectar a los seres humanos con el virus del dengue, del zika, de la chikungunya, de la malaria y de la fiebre amarilla.

Estos pequeños zumbadores que no pesan más que 2,5 miligramos han sido el azote de la humanidad a lo largo de los siglos. Han decidido el resultado de innumerables guerras, han propiciado el ascenso y caída de antiguos imperios, han paralizado y arrasado economías.

Ésa es la tesis del canadiense Timothy C. Winegard, profesor de Historia en la Universidad Colorado Mesa (Estados Unidos), en su libro “El mosquito: la historia de la lucha de la humanidad contra su depredador más letal”.

Mosquito trasplantado

El Aedes Aegypti se ha convertido en uno de los enemigos más temibles de los sistemas sanitarios regionales. Esta diminuta criatura -apenas mide 7 milímetros-, es el principal transmisor de tres enfermedades que amenazan la salud pública regional y local.

Conocido como “mosquito de Egipto”, por su origen africano, se trata de   un insecto díptero, de la familia de los culícidos, conocido por el vulgo como “zancudo” o “patas blancas”.

El origen griego de la palabra “aedes” se ajusta a la característica de este mosquito que pica y transmite enfermedades. En efecto, “aedés” está compuesto del prefijo “a” que expresa negación y el adjetivo “hedýs” que significa agradable.

Por tanto, “aedés” sería algo así como molesto o desagradable. ¿Cómo es posible que el dengue, que es un riesgo continuo en muchas partes de África y el Medio Oriente, se haya trasplantado a América?

No es que los virus hayan adquirido una repentina capacidad para trasladarse. En realidad, viajan en barcos o aviones dentro del mosquito que los transporta o de las personas infectadas por ellos.

En diálogo con el portal Ethic, Timothy C. Winegard recuerda que, en el siglo XV, en lo que se conoce como el “intercambio colombino”, se desparramaron por el planeta toda clase de plantas, patógenos y personas.

“Como un polizón en los barcos que transportaban esclavos, el mosquito Aedes Aegypti se infiltró en el continente americano y se propagó como la pólvora”, refirió.

De esta manera el mosquito se aclimató en América Central y luego, por el proceso de tropicalización ambiental, vinculado al cambio climático, empezó a dispersarse por las distintas regiones del continente, llegando al Cono Sur.

Una de las plagas bíblicas

Los patógenos transmitidos por los mosquitos han seguido al ser humano a lo largo de su evolución. De hecho, no sorprende que figuren en el relato de las plagas de Egipto del Libro del Éxodo.

Allí se describen los desastres naturales enviados por el Dios de Israel para convencer al faraón de que permita a los esclavos hebreos dejar Egipto. El propósito narrativo era demostrar que Yahvé era más poderoso que los dioses de la religión egipcia.

Los mosquitos aparecen como la tercera plaga divina, junto a la de la sangre en el agua, las ranas, las úlceras, el granizo de fuego, las langostas, la oscuridad y la muerte de los primogénitos.

Según el relato bíblico, Moisés y su hermano Aarón insistieron varias veces ante el Faraón pidiendo la liberación de los hebreos, pero este se negaba en todos los casos.

“Dijo Yahvé a Moisés: Di a Aarón: ‘Extiende tu vara y golpea el polvo de la tierra, y se convertirá en mosquitos en todo el país de Egipto’. Así lo hicieron: Aarón extendió su brazo, golpeó el suelo con la vara; y hubo mosquitos sobre los hombres y sobre las bestias. Todo el polvo de la tierra se convirtió en mosquitos en todo el país de Egipto. Los magos con sus artes secretas, trataron también de producir mosquitos, pero no pudieron. Mientras tanto, los mosquitos picaban a hombres y animales. Algunos egipcios le dijeron al faraón: ‘¡Esta plaga viene de Dios!’. Pero, de todos modos, el faraón no dejó que los israelitas se marcharan”.

Enemigo ancestral

Según Timothy C. Winegard, los mosquitos, tal como los conocemos, surgieron hace 190 millones de años y tuvieron como “presas” a los dinosaurios.

En la actualidad, hay 3.700 especies en el planeta y alrededor de un centenar trasmiten patógenos. Un dato curioso es que sólo los mosquitos hembras son los que pican.

“Están biológicamente programadas para ello: necesitan nuestra sangre para reproducirse, para hacer que sus larvas crezcan y maduren. Solo intentan ser buenas madres”, refiere el investigador canadiense.

Al hablar de la letalidad de estas criaturas, afirma que, según las estadísticas, ellas “han provocado la muerte de cerca de la mitad de todos los seres humanos que han vivido”.

Al respecto, refiere: “Cuando vemos campañas militares, ya sea las de Alejandro Magno, las invasiones al Imperio Romano, la Guerra civil en Estados Unidos, de una manera u otra está presente la huella del mosquito”.

Según señala, durante cientos de años, los pantanos que rodeaban a la antigua Roma, hogar de legiones de mosquitos transmisores de malaria, detuvieron los avances de cartagineses, visigodos, hunos y vándalos.

Sin embargo, desde el siglo II, brotes de esta enfermedad terminaron debilitando el propio Imperio romano, abriendo las puertas a distintas invasiones.

Winegard dice que la humanidad no está ganando la guerra contra el mosquito, señalando que causan 700.000 muertes en todo el mundo cada año.

“Los mosquitos y los patógenos que transmiten evolucionan muy rápido, se adaptan a nuestras armas, como los insecticidas, fármacos contra la malaria, antivirales contra el dengue, chikungunya o fiebre amarilla”, apunta.

Si bien concibe a los mosquitos como grandes enemigos de la raza humana, el canadiense reconoce que son necesarios desde el punto de vista ecológico, ya que cumplen una función en la cadena alimenticia, son grandes polinizadores y parte integral de muchos ecosistemas.

“Si no causaran tanta muerte, destrucción y sufrimiento, quizás admiraríamos a los mosquitos”, remata.

© El Día de Gualeguaychú

 
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Publicado por en 10/05/2024 en Uncategorized

 

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Epidemia marcada por el cambio climático

El país enfrenta una alarmante escalada en los casos de dengue, con un aumento del 2.500% en comparación con el año pasado. Se trata de un fenómeno global que, según los científicos, conecta con el cambio climático.

La enfermedad del dengue, transmitida por la picadura del mosquito Aedes aegypti, ha venido impactando durante décadas en la Argentina, pero el aumento drástico de los casos este año y la expansión del área geográfica afectada genera una alarma renovada.

Según las cifras del último boletín epidemiológico del Ministerio de Salud de la Nación, ya se verifica una marca récord con 129 muertes y 180.529 casos en la actual temporada.

De acuerdo a datos oficiales en Entre Ríos, en el período comprendido entre el 1 de agosto de 2023 al 24 de marzo de 2024, la provincia registró un total acumulado de 7.581 casos.

Según Leda Guzzi, médica infectóloga, miembro de la Sociedad Argentina de Infectología, se asiste a “una ola epidémica de gran magnitud, probablemente la peor de la que tengamos memoria”.

Mientras tanto la Organización Panamericana de la Salud (OPS), alerta que se espera la peor temporada de dengue en América Latina.

La situación es particularmente grave en el Cono Sur, con mayor impacto en Brasil, Paraguay y Argentina. Estos tres países concentran la mayoría de los casos de dengue en la región, representando el 92% de todos los contagios y el 87% de las muertes relacionadas con esta enfermedad en lo que va del año.

Hasta hace pocos años, el Aedes aegypti se encontraba habitualmente en zonas tropicales y subtropicales. ¿A qué se debe su expansión? Los expertos aseguran que el cambio climático, al elevar la temperatura global, modificó la dinámica de reproducción del mosquito vector.

De esta manera, la temporada de infecciones se extendió y ya no se reduce a los meses más cálidos. Ejemplo de ello es que el año pasado Argentina registró por primera vez casos en invierno en el norte del país.

Por otro lado, el mosquito vector del dengue extendió su área de propagación y llegó a lugares inesperados de la Argentina, donde nunca se habían notificado casos de la infección.

Al respecto, en 2024 y, por primera vez, se notificaron casos autóctonos de dengue en Olavarría, Azul y Bahía Blanca, provincia de Buenos Aires, a más de 600 kilómetros al sur de la Capital. Además, esta semana se volvió a reportar otro caso autóctono en Tandil, como había sucedido el año pasado.

La OPS señala que el dengue sigue un patrón estacional en el lado sur de América Latina, con la mayor parte de la transmisión ocurriendo durante los meses más cálidos y lluviosos del año, que corresponden al primer semestre.

Este patrón estacional coincide con el período de mayor actividad del mosquito Aedes aegypti, facilitando la transmisión del virus del dengue.

Pero “el aumento de las temperaturas y la mayor frecuencia de eventos climáticos extremos como olas de calor, sequías intensas que llevan a la población a almacenar agua de forma inadecuada y tormentas e inundaciones pueden aumentar la proliferación del mosquito vector”, explicó Jarbas Barbosa, director de la OPS, durante una conferencia de prensa.

Las condiciones óptimas para el desarrollo del Aedes aegypti están entre los 23ºC y los 29°C, por debajo de los 15°C si bien no muere inmediatamente, su ciclo se hace mucho más lento.

Eso dice la bióloga Laura Harburguer investigadora del Conicet en la Unidad de Investigación y Desarrollo Estratégico para la Defensa (UNIDEF).

© El Día de Gualeguaychú

 
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Publicado por en 25/04/2024 en Uncategorized

 

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El país ante una escalada de los casos de dengue

Argentina enfrenta un brote de dengue similar al del 2020 y espera un mayor aumento de casos. Se pide a la población que tome medidas para evitar la proliferación del mosquito transmisor.

“Cada brote es mayor que el último brote y es lo que está pasando ahora en Argentina. Estamos igualando el brote de 2020 y todavía tenemos unas semanas por delante de aumento del número de casos”, explicó por estas horas la ministra de Salud argentina, Carla Vizzotti.

Según fuentes oficiales, los casos de dengue aumentaron a 28.235 hasta el 1 de abril pasado, lo que implica un crecimiento en 12.092 infecciones, equivalente al 74,9 %, respecto al informe epidemiológico anterior.

“Tenemos todos los años, sobre todo en esta época, casos de dengue, pero cada tres o cuatro años hay un aumento considerable del número de casos y un brote”, explicó Vizzotti.

Y agregó: “El último brote lo tuvimos en 2020 y en este caso estamos cursando un brote epidémico con un aumento de casos considerable”.

Al momento, la circulación de este virus se ha identificado en 14 jurisdicciones correspondientes a tres regiones: Región Centro (Buenos Aires; Ciudad Autónoma de Buenos Aires; Córdoba; Entre Ríos; Santa Fe); región NEA (Corrientes; Formosa; Chaco) y región NOA (Catamarca; Jujuy; La Rioja; Salta; Santiago del Estero y Tucumán).

En tanto, el Ministerio de Salud de Entre Ríos informó el martes sobre la muerte de una mujer que había sido internada en una clínica privada de la ciudad de Paraná, luego de sufrir un cuadro neurológico e infeccioso con un diagnóstico positivo de dengue.

La paciente había ingresado a la institución con un cuadro de encefalitis, inflamación del cerebro, y ante la sospecha se le realizaron los análisis de laboratorio correspondientes que resultaron positivos para dengue.

La secretaria de Salud de la provincia, Carina Reh, aseguró que esta situación obligó a “poner de nuevo en funcionamiento el Comité de Organización de Emergencia de Salud (COES)” en una reunión con responsables sanitarios de 15 localidades entrerrianas.

De esta manera, convocó a que cada comuna “también pueda reflotar los COES que se trabajaron en su momento cuando la pandemia tuvo su máxima expresión, con estrategias conjuntas para multiplicar el esfuerzo en este momento frente al dengue”.

Paraná y Federación son las dos ciudades que actualmente tienen circulación autónoma de la enfermedad que trasmite el mosquito Aedes aegypti, mientras que en el resto de las localidades con presencia de dengue son casos aislados y con antecedentes de viaje.

El dengue es una enfermedad viral transmitida por la picadura del mosquito del género Aedes, cuyos principales síntomas son fiebre, dolores musculares y de articulaciones, náuseas, vómitos y cansancio intenso, entre otros.

La fiebre chikungunya es otra enfermedad viral que es también transmitida por la picadura de mosquitos Aedes infectados. Su nombre significa “aquel que se encorva” y refiere a la apariencia inclinada que adquieren algunas personas que lo padecen a causa de los fuertes dolores articulares que provoca.

En lo que refiere a la fiebre chikungunya, las fuentes oficiales refieren que se registran hasta el momento 915 casos de los cuales 348 adquirieron la infección en el país; 306 se encuentran en investigación y 261 adquirieron la enfermedad en el exterior.

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Publicado por en 17/04/2023 en Uncategorized

 

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Preocupa que el dengue haya entrado en una fase expansiva

Entre febrero y marzo, los casos se multiplicaron de una manera considerable en el país. Las autoridades sanitarias informaron que hay un promedio de 2.000 infecciones semanales.

“Los casos registrados se encuentran por encima de lo que uno espera respecto de lo que ha sucedido años anteriores y con una curva que va in crescendo”, acaba de reconocer Teresa Strella, directora nacional de Control de Enfermedades Transmisibles del Ministerio de Salud.

La funcionaria completó diciendo que “el escenario es de un incremento sostenido de casos”. Y al respecto se informó que, en tan solo una semana, las infecciones reportadas pasaron de 4.828 a 9.388.

En total son 12 provincias junto a CABA las jurisdicciones donde hay transmisión local. En lo que va de la temporada se reportaron 4 fallecidos, aunque esa cifra puede ser mayor.

Los expertos están en alerta para que no llegue a los récords negativos de la temporada de 2020, año en que tuvo lugar la epidemia de mayor magnitud del país desde la reemergencia de la enfermedad en 1998.

“A nivel epidemiológico la curva de casos está creciendo de manera sostenida, de manera muy similar a lo que a lo que fue la temporada 2020. Quizás, como estábamos en un contexto de pandemia de Covid, pasó desapercibido”, admitió Humberto Debat, virólogo del INTA.

Para esta época, en 2020, los casos registrados de dengue en el país superaban los 14.000, mientras que en el último registro hubo 9.388, según la información epidemiológica oficial.

El sistema de salud está en alerta ante el hecho de que los brotes pueden ser explosivos: con uno o dos casos, el dengue puede dispersarse e infectar a toda una ciudad.

La enfermedad que provoca el dengue es conocida como “fiebre rompehuesos”, por el dolor muscular, la cefalea y el malestar general que la caracteriza.

Los especialistas refieren que el protagonismo del mosquito vector del mal, que es el Aedes aegypti, se incrementa en los meses de diciembre, enero y febrero -que coincide con altas temperaturas y con las vacaciones de verano-.

Las personas viajan y trasladan las infecciones con ellas, al tiempo que los casos importados devienen en autóctonos y despliegan la enfermedad fronteras adentro.

El descenso de temperatura leve en las últimas semanas, lejos de amilanarlo, ha activado el dengue. “Las condiciones de humedad y de lluvia también facilitan la creación de criaderos, a través de recipientes que quedan expuestos a las precipitaciones y se van llenando”, refiere la médica infectóloga Leda Guzzi.

Se considera que la principal medida de prevención es la eliminación de esos criaderos de mosquitos. Al respecto se aconseja a la población que cualquier recipiente que acumule agua y que no se utilice diariamente hay que eliminarlo.

El dengue es una enfermedad viral transmitida por la picadura del mosquito del género Aedes. Cuando el mosquito se alimenta con sangre de una persona infectada por el virus Dengue, adquiere el virus y luego de 8 a 12 días es capaz de transmitirlo a una persona sana a través de la picadura.

El dengue es considerado por la OMS una de las 20 “enfermedades tropicales desatendidas”, que durante la pandemia han sufrido todavía mayor olvido debido a que muchas de las redes sanitarias tuvieron que centrarse en el combate de la Covid-19.

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Publicado por en 04/04/2023 en Uncategorized

 

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Dengue: alerta sanitario ante la enfermedad viral

La incidencia del dengue, la infección transmitida por las picaduras de mosquitos, está creciendo en la Argentina. Durante las últimas semanas se dispararon los casos, generando preocupación sanitaria.

El último boletín del Ministerio de Salud de la Nación informó que hay circulación viral en varias jurisdicciones del país y desde ese organismo se llamó a tomar recaudos ante la suba de las cifras de contagiados.

Se quiere evitar así el triste récord que Argentina registró en la temporada 2019/2020 con más de 43.000 infecciones y 24 fallecidos.

En Entre Ríos se informó que ya se han registrado 614 casos y no se descarta que la cifra sea mayor en las próximas semanas. En Gualeguaychú, se han intensificado las operaciones de vigilancia en los últimos días.

El dengue es transmitido por la picadura del mosquito Aedes Aegypti, el mismo que contagia los virus del zika, la chincunguña y la fiebre amarilla.

Hay que tener en cuenta que el contagio del dengue solo se produce por la picadura de los mosquitos infectados, nunca de una persona a otra, ni a través de objetos o de la leche materna.

Cuando un mosquito se alimenta con sangre de una persona enferma de dengue, luego transmite el virus a las personas que pica.

Los síntomas de la enfermedad ante los que se recomienda recurrir al hospital son: dolor de cabeza, náuseas, vómitos, mialgias, conjuntivitis, dolores musculares y articulares, pérdida de apetito y erupciones cutáneas.

En ningún caso se recomienda la automedicación previa a la consulta con el médico, ya que puede inhibir los síntomas.

Los médicos dicen que el dengue puede ser clínicamente inaparente o puede causar una enfermedad de variada intensidad ya que es una enfermedad sistémica y muy dinámica, con un período de incubación que puede ser de 5 a 7 días.

El Aedes aegypti sólo necesita agua estancada y un poco de sombra para vivir y desarrollarse; por lo que es importante tomar medidas para evitar su proliferación en los hogares.

Al respecto se recomienza desechar latas, botellas, o cualquier recipiente que no se use y en los cuales se pueda acumular el agua. En cualquier caso, resulta esencial mantenerlos limpios y renovar el agua a diario, como es el caso de los floreros o los bebederos de las mascotas.

Si bien estas medidas que tienden a eliminar los potenciales criaderos son las más importantes para evitar la reproducción del mosquito, también hay acciones que la población puede llevar a cabo para prevenir su picadura.

Al respecto, se menciona el uso de repelentes, la instalación de mosquiteros y tules en cunas y cochecitos de bebés, además del uso de ropa que cubra brazos y piernas, especialmente cuando se realizan actividades físicas o recreativas en parques, plazas o en la vía pública.

Los expertos sostienen que el cambio climático ha causado la tropicalización ambiental de la Argentina, un proceso a esta altura irreversible que propicia la reproducción y proliferación del Aedes Aegypti.

Los veranos que se prolongan en el tiempo, al igual que los vientos y el régimen pluvial, crean las condiciones ideales para que el mosquito se multiplique y amplíe su distribución geográfica.

Por cierto, el dengue no sólo se explica desde el cambio climático. El hacinamiento, la pobreza, la falta de conocimiento para defenderse del mosquito, son otros factores que se conjugan para la expansión de la enfermedad

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Publicado por en 25/02/2023 en Uncategorized

 

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Al coronavirus, también hay que agregar el dengue

Con la llegada del verano se suele expandir el virus transmitido por el mosquito Aedes aegypti, sumándose así al flagelo del coronavirus, males que presentan una sintomatología parecida.

Como ocurrió el año pasado, la crisis sanitaria refleja una simultaneidad de pestes en la Argentina: la pandemia por Covid-19, que está muy lejos de solucionarse, coincide con la circulación del dengue.

Por lo visto 2021 repetirá la lucha contra estas epidemias, que obligan a redoblar el alerta a una sociedad ya agotada por la crisis sanitaria. Los responsables de salud advierten sobre la necesidad de reforzar las acciones de control y prevención (descacharrización y uso de repelente) en esta época del año contra el dengue.

Y no es para menos, ya que en 2020 se registraron en Argentina casi 60.000 casos de dengue, la cifra más alta en la historia del país, según el último Boletín de Vigilancia Epidemiológica Nacional.

El brote se extendió por gran parte de la geografía del país, incrementándose los números de casos en varias provincias y ciudades grandes como Buenos Aires, Córdoba y Rosario.

En el pasado el dengue golpeaba al norte argentino, pero en las últimas décadas el mosquito Aedes aegypti se ha adaptado a las condiciones urbanas, por lo que la enfermedad ha devenido en un problema de las ciudades del centro de Argentina.

Cabe consignar que algunos síntomas iniciales del dengue y el coronavirus suelen confundirse, como es el caso de los cuadros febriles. Es por eso que el uso de pruebas específicas de laboratorio virológico resultan clave para un diagnóstico preciso ante la circulación conjunta de ambos virus.

En el caso del dengue, esta enfermedad viral no se contagia de persona a persona, sino que se transmite a través del mosquito Aedes aegypti que, al picar a una persona infectada, incorpora el virus y es capaz de transmitirlo a otras personas sanas cuando las pica.

Los síntomas aparecen tras un período de incubación de 3 a 12 días luego de haber sido infectado. Quien padece esta enfermedad tiene estos síntomas: fiebre; dolores de cabeza y en los ojos; malestar general; dolor muscular y articular;  mialgia; náuseas; vómitos; sarpullido; leucopenia.

En tanto que las personas con coronavirus suelen tener estos síntomas: fiebre; tos; fatiga; dificultad para respirar; mialgia; dolor de cabeza; pérdida de olfato; náuseas o vómitos; diarrea; dolor de garganta; flema.

Los sanitaristas advierten que este verano habrá solapamiento de la circulación del coronavirus, el dengue y otros virus transmitidos por mosquitos. En este sentido, recomiendan que quien tenga alguno de los síntomas mencionados se comunique de inmediato con el sistema de salud.

Esta coexistencia viral plantea un inicio de 2021 complicado desde el punto de vista epidemiológico en el país, ya que podría darse un ascenso potencial de casos de dengue en la temporada estival, con una nueva oleada de casos de Covid-19.

Los contagios por el virus que trasmite el Aedes aegypti durante el verano suelen estar asociados a los movimientos migratorios. Por ejemplo, las visitas a familiares en Navidad o Año Nuevo y los viajes durante las vacaciones. Ahí es cuando ingresan los casos de dengue importados.

Al respecto, dadas las restricciones para viajar debido a la pandemia de Covid-19, con menor cantidad de turismo, se especula que esta temporada habría menos casos de dengue.

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Publicado por en 17/01/2021 en Uncategorized

 

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El país bate récords por casos de dengue

Los enfermos confirmados en Argentina superan los 41.000 y el año 2020 ya tiene el mayor número de casos de la historia, según el Boletín Integrado de Vigilancia que publica el Ministerio de Salud.

El número es mayor que el registrado en el mismo período del 2015/2016, que era el que contaba con más infectados. Los fallecidos con diagnóstico confirmado, hasta el momento, son 24, según reporta el organismo oficial.

Actualmente, la provincia de Jujuy registra la mayor incidencia acumulada del período con 412 casos, 3 casos por cada 100 mil habitantes, seguida por Misiones, Tucumán y Salta.

Sin embargo, el mayor aporte de casos está concentrado en la Región Centro con más de 16.000 infectados de dengue autóctonos registrados hasta el momento, seguido por la Región NOA con más de 14.000.

Cabe consignar que según las últimas informaciones oficiales publicadas, Entre Ríos contabilizaba más de 430 casos y Gualeguaychú más de 100 enfermos.

En cuanto a los fallecidos, hubo 24 personas que murieron y dieron positivo en pruebas para dengue y otras 13 se encuentran en investigación, con sospecha de dengue pero sin pruebas de laboratorio positivas hasta el 9/05/2020.

De los 24 fallecidos que registran pruebas positivas para dengue, 8 eran mujeres y 16 varones, con edades entre 14 y 87 años y una mediana de 48 años. La provincia de Córdoba, con 5 casos, encabeza esta lista, seguida por Buenos Aires, y Santa Fe con 4 muertos cada una, Tucumán con 3, La Rioja y Misiones con 2, y CABA, Chaco, Entre Ríos y Salta, con 1.

El dengue es una infección transmitida por la picadura de las hembras infectadas de mosquitos del género Aedes aegypti.

Esta enfermedad no se transmite de persona a persona, ni a través de objetos o de la leche materna. Los síntomas, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), son fiebre elevada (40 ºC), acompañada por dolor de cabeza muy intenso, dolor detrás de los globos oculares, dolores musculares y articulares, náuseas, vómitos, agrandamiento de ganglios linfáticos o sarpullido.

Al Aedes Aegypti le gusta vivir en las casas de los humanos y en sus alrededores. Cualquier recipiente que acumule agua -floreros, tachos o botellas- es apto para el desove del mosquito y la reproducción de las larvas.

Los sanitaristas, por tanto, aconsejan la “descacharrización”, es decir trabajos de limpieza domésticos orientados a eliminar las condiciones materiales que actúan de criadero del transmisor del dengue.

La alteración climática –producto en gran medida de la manipulación humana del planeta- ha hecho que el dengue, que antes se circunscribía a Asia y África, ahora se expanda en Sudamérica.

El mosquito prospera en clima cálido y húmedo, y este fenómeno de tropicalización se ha extendido bien al sur del continente (más allá de Brasil y Paraguay). El virus, para el cual no hay aún una vacuna ni tratamiento específico, viene ampliando su distribución geográfica, en la medida en que el clima se hace más caliente.

Respecto a las medidas preventivas contra el mosquito, los expertos dicen que hay que evitar crear las condiciones materiales para su propagación.

La forma de combatirlo en la vida doméstica es limpiando el hábitat, esto es no dándole al insecto posibilidades de reproducirse. En este sentido, se aconseja renovar periódicamente el agua de los floreros, evitar la acumulación de tachos o latas en los fondos de las viviendas, lo mismo que botellas vacías o cubiertas en desuso.

 

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Publicado por en 24/05/2020 en Uncategorized

 

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Dengue: alerta sanitario en el país

Mientras el mundo está en vilo por la expansión del coronavirus, en la Argentina las autoridades sanitarias combaten otra emergencia epidemiológica: un nuevo brote de dengue.

De acuerdo al último informe del Ministerio de Salud de la Nación, el virus transmitido por el mosquito Aedes Aegypti ya circula en 15 provincias del país entre los casos autóctonos y los importados.

En Entre Ríos, la Dirección de Epidemiologia provincial informó que  hasta el momento son 38 los casos de dengue, la mayoría de los cuales son importados.

Al mismo tiempo, el titular de ese organismo, Diego Garcilazo, pidió a la población que ante síntomas como fiebre, dolor detrás de los ojos o al moverlos, dolor de cabeza o en articulaciones y músculos, manchas o erupción en la piel acompañadas de picazón o cansancio intenso, resulta fundamental hacer la consulta médica inmediatamente.

El dengue es transmitido por la picadura del mosquito Aedes Aegypti, el mismo que contagia los virus del zika, la chincunguña y la fiebre amarilla.

El clima de estos días, marcado por el calor y la humedad intensa, es el caldo de cultivo para la cría del mosquito trasmisor de la enfermedad.

Al respecto la Organización Mundial de la Salud (OMS), advierte: “La enfermedad está muy extendida en los trópicos, con variaciones locales en el riesgo que dependen en gran medida de las precipitaciones, la temperatura y la urbanización rápida sin planificar”.

La alteración climática –producto en parte de la actividad humana- ha hecho que una enfermedad como el dengue, que antes se circunscribía a Asia y África, ahora se expanda por Sudamérica.

Los expertos sostienen que el cambio climático ha causado la tropicalización ambiental de la Argentina, un proceso a esta altura irreversible que propicia la reproducción y proliferación del Aedes Aegypti.

Los veranos que se prolongan en el tiempo, al igual que los vientos y el régimen pluvial, crean las condiciones ideales para que el mosquito se multiplique y amplíe su distribución geográfica.

Por cierto que el dengue no sólo se explica desde el cambio climático. El hacinamiento, la pobreza, la falta de conocimiento para defenderse del mosquito, son otros factores que se conjugan para la expansión de la enfermedad.

El dengue es una enfermedad viral transmitida por el mosquito Aedes Aegypti, que lo contrae al absorber la sangre de una persona infectada y lo contagia cuando pica a otra sana.

Respecto a las medidas preventivas contra el mosquito, los expertos dicen que hay que evitar crear las condiciones materiales para su propagación.

La forma de combatirlo en la vida doméstica es limpiando el hábitat, esto es no dándole al mosquito posibilidades de reproducirse. En este sentido, se aconseja renovar periódicamente el agua de los floreros, evitar la acumulación de tachos o latas en los fondos de las viviendas, lo mismo que botellas vacías o cubiertas en desuso.

A modo de protección personal, se recomienda a la población utilizar repelentes -reaplicándolos cada tres horas-, colocar mosquiteros en los lugares donde duermen niños pequeños y echar insecticidas en las habitaciones.

Para prevenir la propagación del virus, las distintas carteras provinciales y municipales llevan a cabo tareas de fumigación y bloqueo en zonas donde el mosquito puede reproducirse, además de campañas de concientización para que en los domicilios particulares se eliminen los potenciales lugares donde se puedan alojar las larvas del mosquito.

 

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Publicado por en 11/03/2020 en Uncategorized

 

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