Mientras estaciones de servicio de todo el país registraron falta de combustibles (entre el 24 de octubre y el 1 de noviembre), escasean insumos médicos para procedimientos cardiovasculares. El desabastecimiento es el signo de una economía colapsada.
La falta de dólares y precios totalmente distorsionados, producto del sistema de congelamiento implementado por el gobierno, están detrás de la escasez de productos esenciales para el funcionamiento de la sociedad.
El desabastecimiento de combustibles, a partir de la situación generada por el salto de los costos de producción y las dificultades para importar determinados refinados, golpea de lleno a buena parte de las estaciones de servicio de todo el país.
Si bien las petroleras activaron distintos ajustes a las naftas en la última semana, lo cierto es que las subas aún no enderezan los números de los productores y el desabastecimiento se hace sentir a lo largo y ancho de toda la Argentina.
En las últimas horas, desde CECHA, la confederación que nuclea a productores de combustibles y a estacioneros de casi todo el país, exigen la intervención del Gobierno para terminar con el escenario de faltantes en el corto plazo.
“Lo que se inició con quiebres dispersos de stock en regiones o zonas puntuales, se ha ido generalizando rápidamente con mayor intensidad a todos los productos, a lo largo y lo ancho del país, generando zozobra en nuestra actividad y complicaciones a los consumidores”, afirmó la entidad en un comunicado.
En tanto, referentes de la Cámara de Expendedores de Combustibles, señalan que las últimas subas de las naftas no alcanzaron a compensar el desfasaje que acumulan los costos. Indicaron, además, que el congelamiento de precios establecido por el oficialismo pegó de lleno en la disponibilidad de fondos para la importación de determinados refinados que necesitan las petroleras.
Sin bien el gobierno peronista acordó en las últimas horas con las empresas la importación de 10 barcos de combustible, surge la incertidumbre sobre cuándo llegarán esos barcos y cuándo, finalmente, estarán las naftas disponibles en los surtidores.
Mientras tanto, las principales sociedades científicas del país, incluyendo la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC), la Fundación Cardiológica Argentina (FCA) y el Colegio Argentino de Cardioangiólogos Intervencionistas (CACI), lanzaron una alerta sobre la dramática escasez de insumos médicos.
En un comunicado conjunto, estas organizaciones expresaron su extrema preocupación por la falta de soluciones hasta el momento, poniendo de manifiesto que esta situación no solo afecta las intervenciones programadas, sino también las de urgencia, como las angioplastias primarias en el tratamiento del infarto de miocardio o el neurointervencionismo en el manejo de los accidentes cerebrovasculares.
“Alertamos a la población y principalmente a las autoridades sanitarias y políticas sobre la escasez de insumos médicos y material de contraste que ya genera graves dificultades en la realización de estudios de diagnóstico y procedimientos cardiovasculares, sin medidas de solución hasta el momento”, indicaron las sociedades científicas en su declaración.
La situación descrita no solo pone en peligro la vida de los pacientes que requieren intervenciones cardíacas urgentes, sino que también afecta la capacidad de los médicos para realizar diagnósticos precisos, lo que podría retrasar el tratamiento adecuado y afectar negativamente a los pacientes.
© El Día de Gualeguaychú