Los reportes internacionales indican que los combates no cesan desde que el 7 de octubre pasado la organización radical islamista Hamás lanzó un ataque contra territorio israelí de una magnitud sin precedentes.
Clasificada como organización terrorista en Alemania, la Unión Europea, Estados Unidos y varios otros países, Hamás asesinó ese día a más de 1.200 ciudadanos israelíes y tomó como rehenes a más de 250 personas.
Israel, que vivió el día más mortífero en los 75 años de su historia como Estado, declaró el estado de guerra poco después del ataque de Hamás y movilizó a unos 300.000 reservistas.
Luego, inició sus ataques aéreos contra la Franja de Gaza, y la ofensiva terrestre comenzó a finales de octubre, a causa de lo cual han perdido la vida hasta 15.000 palestinos, muchos de ellos civiles, según fuentes árabes.
Israel acusa a Hamás de instalar preferentemente su infraestructura militar en zonas habitadas por civiles y de abusar de los habitantes de la Franja de Gaza usándolos como escudos humanos.
Luego de la invasión israelí al sur de Gaza, a finales de noviembre se vivieron unos días de tregua cuando las partes acordaron un cese de hostilidades para, entre otras cosas, intercambiar rehenes.
Esto permitió que 105 rehenes retenidos en Gaza, entre ellos 80 israelíes, fueran liberados a cambio de 240 presos palestinos en manos de Israel.
A todo esto, la Asamblea General de Naciones Unidas se ha pronunciado a favor de un alto al fuego que permita el acceso de ayuda humanitaria en Gaza. Al tiempo que Estados Unidos, le ha pedido a Israel reducir los ataques en ese territorio.
No obstante, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, señaló el 16 de diciembre que Israel continuará la guerra hasta el final y anunció que su país tomará el “control de seguridad” de la Franja de Gaza cuando termine la guerra y Hamás sea eliminado.
“Entre amigos hay que decir la verdad y no fomentar ilusiones, más aún en una cuestión existencial y fatídica como esta. Así que repito a nuestros amigos: después de la eliminación de Hamás, la Franja de Gaza será desmilitarizada, estará bajo el control de seguridad de Israel y no habrá en ella ningún factor que nos amenace, ni que eduque a sus hijos para destruirnos”, aseveró Netanyahu.
Mientras tanto Hamás se ha negado a negociar la liberación de más rehenes judíos mientras continúen los combates. La organización radical islamista exige un alto el fuego permanente como condición necesaria para aceptar reanudar las conversaciones.
Israel indicó que 137 rehenes siguen en territorio palestino e insiste en su liberación inmediata. Pero Hamás advirtió que ninguno de ellos saldrá “vivo” sin una negociación.
Así lo dijo Abu Obeida, portavoz del brazo armado de la organización, en una declaración divulgada por televisión, al señalar que Israel no podrá “recuperar vivos a sus prisioneros sin un intercambio y una negociación, y sin cumplir las exigencias de la resistencia”, declaró
Según los analistas internacionales, es evidente que el ataque de Hamas contra Israel del 7 de octubre fue de una magnitud sin precedentes, y consiguió que los palestinos y sus reclamos hayan vuelto a la agenda regional e internacional.
Como consecuencia, la cuestión de cómo seguir tratando el conflicto de Oriente Medio -que lleva más de 70 años sin resolverse- vuelve a ocupar un lugar más destacado en la agenda internacional.
© El Día de Gualeguaychú