Varios especialistas advierten sobre la epidemia de apuestas online que se desató entre adolescentes, quienes corren el riesgo de desarrollar así adicción el juego compulsivo.
El mundo digital trae consigo la aparición de algunos hábitos peligrosos, como es el caso de las apuestas online, un nuevo hecho social con repercusiones económicas, psicológicas y sociales.
Detrás del fenómeno está el desarrollo frenético de la tecnología, la interconexión global, la rapidez de Internet, los teléfonos inteligentes como dispositivos multi propósito, la experiencia masiva de los usuarios con las redes sociales, las campañas publicitarias implacables y la escasa regulación.
En la ludopatía tradicional, la persona se ausenta largas horas, sigue determinado ritual y folclore, de suerte que se puede identificar al “jugador”. Es conocido, al respecto, el comportamiento tribal de quienes apuestan a los caballos, en el bingo, en el casino o en las máquinas tragamonedas.
En las apuestas online, en cambio, el usuario no es identificable ya que participa con su celular, lo que le permite ocultar, por ejemplo, si es menor de edad a través de varios artilugios.
Por otra parte, el hecho de no manejar efectivo monetario, porque se utilizan fondos de cuentas bancarias (muchas veces de los padres) o plataformas de pago virtual, favorece cierta desconexión con el aspecto económico del comportamiento.
Además, se trata de una práctica no atada a un sitio específico o circunstancia, ya que en todo momento se puede apostar a algo y en el lugar que sea, en casa, en el colegio, en la previa del cine o en la fila del supermercado.
No solo se apuesta por el resultado del encuentro del fútbol -el deporte más popular-, sino desde la cantidad estimada de tiros libres hasta las expulsiones o los minutos en los que se harán los goles.
Las casas de apuestas deportivas comienzan a aparecer cada vez más como sponsors de los clubes, y hasta algunos torneos llevan sus nombres, intentando penetrar como un eslabón natural del juego
La promoción de estas apuestas, en muchos casos a través de referentes del periodismo deportivo, se focaliza en adolescentes y adultos jóvenes. Publicitan en redes sociales, Youtube, Tik Tok e Instagram y utilizan los acontecimientos deportivos de interés nacional.
Las apuestas online tienen características para facilitar la compulsión: se utiliza el celular, no se necesita mucho dinero para apostar e incluso las empresas dan crédito para empezar a jugar, lo cual lo hace accesible para adolescentes y jóvenes.
Asimismo, se puede apostar en todo momento a cualquier deporte en cualquier parte del mundo, lo cual brinda una amplitud horaria sin límites. Se puede apostar a la tentadora combinación, en donde si acierto resultados combinados y consecutivos mis posibilidades de ganancias se multiplican de forma exponencial.
Los expertos hablan de una actividad “viciante”, ya que los usuarios adolescentes que operan con sitios de apuestas corren riesgo de desarrollar adicción al juego compulsivo.
La médica psiquiatra Verónica Mora Dubuc, en diálogo con la agencia Télam, explicó que el uso habitual de estos sitios puede generar “afectaciones severas con un condicionamiento del comportamiento, de forma tal que la persona no puede dejar de pensar en la próxima apuesta” y afirmó que el juego “no debería alcanzar a los menores de 18 porque es ilegal”.
La preocupación ya llegó a algunos colegios, donde los preceptores y tutores notan que algunos chicos pasan sus recreos apostando a través del celular.
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