La sociedad global se ha polarizado de forma notable en los últimos años. Se trata de fracturas sociales y políticas que en un punto vuelven inviable la gobernabilidad al interior de los países, deviniendo el fenómeno en uno de los más inquietantes del siglo XXI.
En Estados Unidos, la polarización se manifiesta a través de una mayor distancia entre las opiniones de los votantes republicanos y demócratas. En Europa, en un aumento de los desacuerdos en torno a temas fundamentales como la inmigración o la integración europea.
En América Latina, en tanto, los últimos procesos políticos en la región, incluyendo la elección en Brasil, muestran que las clases medias se referencian con propuestas políticas de centro-derecha, de cuño capitalista, en tanto que los populismos de izquierdas abrevan en sectores sociales más bajos.
En toda democracia hay diferencias de opiniones, orientaciones, disposiciones de los individuos que reflejan la existencia de sociedades diversas y plurales. Pero la polarización se refiere a diferencias que se vuelven oposiciones las cuales adquieren características muy conflictivas.
Se tienen, entonces, los términos en dos extremos que están muy distantes entre sí, que se cierran sobre sí mismos, de suerte que se constituye un escenario socio-político de un polo enfrentado a otro.
El grado de polarización de una sociedad es una variable clave, que cuantifica hasta qué punto la opinión pública se divide en dos extremos opuestos. Y cabría postular como hipótesis política que a mayor polarización, mayores son las dificultades para generar consensos entre grupos, en aras de la gobernabilidad del propio sistema.
De este modo, una polarización elevada puede dar lugar a posiciones irreconciliables, lo que dificulta la posibilidad de alcanzar acuerdos. Peor aún, podría crear las condiciones para un conflicto de proporciones al interior de los propios países.
Al respecto, desde hace tiempo los politólogos llaman la atención sobre la insalvable fractura política que existe en Estados Unidos, una de las principales sociedades democráticas occidentales.
Más del 40% de los estadounidenses creen que una guerra civil es “algo probable en los próximos 10 años”, según una nueva encuesta de YouGov y The Economist.
Esta cifra aumenta a más del 50% entre los autoidentificados “republicanos duros”. Una de las preguntas de la encuesta decía: “De cara a los próximos 10 años, ¿Qué tan probable cree que es que haya una guerra civil en este país?”.
Entre todos los encuestados, el 43% dijo que la guerra civil era al menos algo probable. Entre los demócratas e independientes “duros” esa cifra fue del 40%, pero entre los “republicanos duros”, el 54 % dijo que la guerra civil era al menos algo probable.
¿Qué tan probable una guerra civil en Estados Unidos? La mayoría de los expertos creen que un conflicto armado a gran escala, como la guerra civil estadounidense de 1861-1865, sigue siendo poco probable.
Sin embargo, muchos temen un aumento de la división ideológica y la violencia explícitamente política. Como sea, la polarización estadounidense luce inquietante y es un llamado de atención.
Rachel Kleinfeld, especialista en conflictos civiles de la Fundación Carnegie para la Paz Internacional, dijo a The Guardian: “Los países con democracias y gobiernos tan fuertes como el de Estados Unidos no caen en una guerra civil. Pero si nuestras instituciones se debilitan, la historia podría ser diferente”.
© El Día de Gualeguaychú