Mientras Occidente se compromete cada vez más en la provisión de armas a Kiev, Putin advierte a los aliados que “la línea entre la participación indirecta y directa está desapareciendo” en Ucrania.
A un año de la invasión de Rusia a Ucrania, el conflicto armado se agudiza, de suerte que la posibilidad de una negociación y eventual acuerdo se aleja cada vez más del horizonte. Todo indica que el conflicto deriva rápidamente del escenario crónico hacia una escalada peligrosa.
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, concluyó por estas horas una gira relámpago por Europa con un discurso en la cumbre de líderes de la Unión Europea (UE) en Bruselas, donde agradeció el apoyo en su lucha contra Rusia.
Zelenski reiteró a su vez el pedido de acelerar la entrega de armas y añadir aviones caza y misiles de largo alcance a los paquetes de asistencia militar.
“Debemos ir más rápido que nuestro agresor”, sentenció, en medio de afirmaciones de su Gobierno de que Rusia prepara otra ofensiva a gran escala para las próximas semanas.
Previamente, el jefe de Estado ucraniano pronunció un discurso similar en una sesión plenaria extraordinaria del Parlamento Europeo, en la que fue recibido con ovaciones y vítores por los legisladores.
“Estamos defendiéndonos de la fuerza más antieuropea del mundo moderno. Estamos defendiéndonos y estamos defendiéndolos a ustedes”, insistió el mandatario, quien afirmó que al ayudar a Ucrania la UE se ayudaba a sí misma.
La gira de Zelenski ocurre después que la OTAN tomó la decisión de dotar a Kiev de los tanques de combate más modernos, bajo el argumento de que se espera una contraofensiva rusa en los próximos meses.
Frente a la escalada de la OTAN con su apoyo a Ucrania, Rusia, en palabras del propio Vladimir Putin, ha señalado que cada paso tendrá respuesta -incluso nuclear- y que los tanques de la OTAN serán destruidos.
“Nosotros no enviamos tanques a sus fronteras, pero tenemos con qué responder”, dijo el jefe del Kremlin en Volgogrado, durante un acto conmemorativo del 80 aniversario de la victoria soviética sobre la Alemania en la batalla de Stalingrado.
Ahora el líder ruso acaba de avisar a Occidente que más entrega de armamento a Ucrania supone que la OTAN se está poniendo como un beligerante más. “La línea entre la participación indirecta y directa está desapareciendo”, afirmó el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov.
Los líderes europeos caminan por la cornisa: no quieren que su apoyo a Ucrania implique la intervención directa de los aliados en la lucha. El holandés Mark Rutte verbalizó este temor ante el Parlamento europeo.
“Hay que asegurarse de no entrar en un supuesto de confrontación directa del artículo 5 [de defensa mutua entre los aliados en caso de ataque] entre Rusia y la OTAN”, dijo.
El conflicto, por otro lado, se va extendiendo fuera de Occidente. Irán, proveedor de drones y misiles de Rusia, sufrió hace poco un ataque a sus instalaciones de fabricación de dichos sistemas de armas, cuyo alcance todavía es desconocido en Occidente.
Son varios los analistas políticos y militares, en suma, que piensan que la guerra de Ucrania está escalando peligrosamente, aumentando el riesgo en lo nuclear e incluyendo a más países en el conflicto, ya sea en forma directa o indirecta.
© El Día de Gualeguaychú