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La apuesta por la estabilidad monetaria

12 Abr

El gobierno de Javier Milei ha instrumentado un fuerte ajuste fiscal y monetario con el objetivo de reducir drásticamente la inflación, que muestra signos de ceder ante la menor creación de dinero.

La contrapartida del ajuste macroeconómico es la profundización de la recesión en la que está metida la Argentina desde hace décadas. Es decir, si bien el dólar está calmo y la inflación en baja, la producción atraviesa una fuerte caída que impacta en el empleo y en los salarios.

En este contexto, el comportamiento de los distintos sectores económicos no sería homogéneo.

Este año habrá sectores en los que se espera una trayectoria en forma de “V”, como suelen decir los economistas. Es decir, tocarán un piso en el primer semestre y luego comenzarán a recuperarse rápidamente en el segundo.

Aquí figura el sector agropecuario, el cual se vislumbra como el mayor impulsor. La minería, la energía y la economía del conocimiento, son los otros rubros que impulsarían el nivel de actividad económica.

En cambio, otros sectores -sobre todo los vinculados al mercado interno- se perfilan como los más perjudicados por la coyuntura, con recuperación lenta (trayectoria en forma de “L”). Es el caso del consumo masivo (comercio), la venta de autos, la construcción y la industria.

Según el gobierno, el país no tiene ninguna chance de salir del proceso de “estanflación” en que está desde hace por lo menos 12 años, si no arregla la macroeconomía.

Ello incluye dólar competitivo para las exportaciones, cambios en los precios relativos, reducción drástica del déficit fiscal y menor emisión monetaria. En sus primeros 60 días, el gobierno de Javier Milei aplicó en este sentido severas medidas fiscales y monetarias.

El oficialismo muestra como éxito del programa la siguiente secuencia: tras reducir un 30% la base monetaria y un 37% el gasto del gobierno central, los precios muestran señales de relajación, al tiempo que se verifican alzas de los bonos argentinos y caída del riesgo país.

“El déficit fiscal y la lucha contra la alta presión fiscal son para nosotros la madre de todas las batallas, son la causa de la pobreza y del estancamiento de los últimos 100 años”, dijo Milei al dejar inaugurado el 142 período de sesiones ordinarias de la Asamblea Legislativa, el 1 de marzo último desde el Congreso de la Nación.

En otra parte, añadió: “Cortamos con la emisión monetaria que es la única y probada causa de la inflación”. De esta manera, el presidente ratificó su doctrina monetarista según la cual la emisión desaforada de papel moneda, para cubrir el déficit fiscal creciente, explica la inflación.

La teoría monetaria, que suscribe Milei, tuvo representantes conspicuos ya a finales del siglo XVIII, en autores como John Locke, John Law, Richard Cantillon y David Hume.

Este último, exponente del empirismo inglés, planteó el supuesto de que todo el mundo tuviese en un mismo día el doble de dinero con que contaba el día anterior.

Como los bienes que se producen no se han duplicado, el resultado es que subirán los precios, en una proporción no muy lejana al doble, con algunas grandes diferencias aquí y allá. Pero los bienes serán prácticamente los mismos.

Con este sencillo experimento mental, Hume aparece como uno de los primeros exponentes de la “teoría cuantitativa del dinero”.

Más recientemente, Milton Friedman (1912-2016) dijo algo parecido, aunque utilizó la imagen de un helicóptero lanzando billetes desde lo alto; el efecto sería el mismo: aumentar los precios sin influir en la producción y, por tanto, sin aumentar la riqueza.

© El Día de Gualeguaychú

 
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Publicado por en 12/04/2024 en Uncategorized

 

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