RSS

Archivo de la etiqueta: reencarnación

El espiritismo brasileño, fuerza social influyente

“Divaldo, el Mensajero de la Paz”, película que se emite por estos días en algunos canales de televisión por cable, cuenta la historia del médium Divaldo Franco, uno de los grandes nombres del Espiritismo en Brasil.

Escrita y dirigida por Clovis Mello, esta producción cinematográfica brasileña, realizada en 2019, introduce al mismo tiempo al televidente a la “Doctrina Espírita”, de cuño kardecista, con sus dos grandes rasgos salientes: la mediumnidad, que hace posible la comunicación con los espíritus del más allá, y la reencarnación.

El film cuenta la historia de Divaldo desde la infancia. Reprimido por el padre y conviviendo con la mediumnidad desde los cuatro años de edad, Divaldo era rechazado por los otros niños por parecer “extraño”.

A los 17 años, el médium deja su ciudad natal, Feira de Santana, y va a vivir a Salvador -capital del estado de Bahía-, con el apoyo de su madre. Su don comienza a ser usado para ayudar a las personas, bajo la orientación de su guía, el espíritu de Joanna de Ângelis.

En 1947, ya practicante del espiritismo, fundó el Centro Espírita Caminho da Redenção (Camino de la Redención) (CECR). En tanto que, en 1952, junto a Nilson de Souza Pereira, fundó la institución de caridad Mansão do Caminho (Mansión del Camino), una ambiciosa obra educativa en la ciudad de Salvador (Bahía).

Brasil es considerada la mayor “nación espírita” del planeta, siendo Divaldo Franco una de sus grandes figuras junto a otros médiums de peso, como Francisco Cândido Xavier (ya fallecido), más conocido como Chico Xavier; Ivonne do Amaral Pereira; André Luiz Ruiz; entre otros.

La religión espiritista es profesada por millones de brasileños, sobre todo dentro del kardecismo, una doctrina fundada por el francés Allan Kardec (1804-1869) que desembarco en Brasil en 1865 de la mano de la elite cultural formada por hijos de burgueses europeos.

En esencia esta religión predica ideas como la reencarnación del alma en otro cuerpo tras la muerte, la cura de enfermedades con cirugía espiritual o la comunicación con el más allá (básicamente con las almas de los fallecidos).

La reencarnación es la creencia de que un espíritu, después de abandonar un cuerpo (“desencarne”), se puede personificar en otro para vivir una nueva vida y así sucesivamente.

Pero entre un paso y otro existe una fase llamada “erraticidad”, que normalmente dura entre 50 y 60 años, periodo en que el espíritu se prepara para su nueva vida y durante el cual puede entrar en contacto con el mundo terrenal mediante prácticas como la psicografía (en la que la mano del médium escribe lo que el espíritu le transmite).

En Brasil el espiritismo kardecista se presenta como “cristiano”, aunque Cristo no es visto como Dios (como en la Iglesia Católica y en las iglesias evangélicas) sino como un espíritu evolucionado.

La gente va a los centros espiritistas con el anhelo de evocar espíritus o recibir de ellos respuesta para las perplejidades, consuelo en sus sufrimientos o ayuda a sus dolencias.

Las iglesias cristianas acusan a los espiritistas de practicar la nigromancia, un arte condenado por la Biblia consistente en evocar a los fallecidos o el deseo de consultar espíritus, algo que era práctica habitual en muchos pueblos antiguos.

El espiritismo brasileño está dividido en dos tradiciones: la kardecista y la umbandista. El movimiento umbandista tiene influencia de religiones afrobrasileñas que llegaron a Brasil con los esclavos, como el canbomblé o la umbanda.

© El Día de Gualeguaychú

 
Deja un comentario

Publicado por en 22/05/2023 en Uncategorized

 

Etiquetas: , , , , , , , , , , , , , ,

Nirvana, herencia de la espiritualidad oriental

El 8 de febrero se celebra el Día del Nirvana, un concepto que está en el corazón de las filosofías de la India. Y que en Occidente ha logrado carta de ciudadanía con la adopción de la espiritualidad oriental.

No es nada fácil definir el nirvana, aunque la mayoría de los intérpretes recomiendan comprender este fenómeno en los términos de las filosofías, las técnicas ascéticas y contemplativas surgidas a orillas del mítico río Ganges.

Al respecto el historiador de las religiones Mircea Eliade sostiene que las místicas indias persiguen el mismo fin: curar al hombre del dolor de la existencia en el Tiempo.

Para el pensamiento indio, el sufrimiento fue instaurado y prolongado indefinidamente en el mundo por el “karma”, por la temporalidad. La ley del karma son las innumerables reencarnaciones, un retorno eterno a la existencia y, por tanto, al sufrimiento.

Liberarse de la ley kármica equivale a la curación. La realización del nirvana implica justamente la liberación definitiva del sufrimiento de la existencia o de los estados de reencarnación de todos los seres vivos.

Este estado de liberación puede alcanzarse mediante el recurso de técnicas especiales de concentración y meditación formuladas por las tres grandes tradiciones espirituales de la India: el hinduismo, el jainismo y el budismo.

En el hinduismo, aunque el concepto de nirvana apunta a la liberación del sufrimiento, no obstante, se inscribe dentro de su propio marco religioso. En este sentido representa una fusión del alma o “atman” con la divinidad o lo absoluto.

Ha sido el budismo, la otra tradición india, quien ha exportado el concepto de nirvana a Occidente, sobre todo en los ambientes de la cultura urbana, donde suele interpretarse como un estado de beatitud excelsa, a través de técnicas especiales de concentración y de meditación, conocidas desde hace siglos en la India y vinculadas al Yoga.

El budismo se diferencia de la mayoría de religiones en que no alberga la idea de un Dios personal, sino que se centra en el desarrollo espiritual individual y en la búsqueda de la luz, a partir de las enseñanzas y la experiencia de Siddharta Gautama, un príncipe del siglo VI a.C. que se convirtió en monje errante y se consagró al sufrimiento humano.

Buda atribuía el sufrimiento al deseo. En uno de sus discursos más célebres, el “Sermón del fuego”, explicó que la humanidad “arde en el fuego de la lujuria, del odio, de las falsas ilusiones. Digo que arde en el nacimiento, en la vejez y en la muerte, en los pesares, en las lamentaciones, en los dolores, en las preocupaciones, en la desesperación”.

Para evitar consumirse de este modo, Buda estableció la tercera noble verdad, la posibilidad de liberación en el nirvana, el estado en el que se alcanza la luz, donde el fuego se apaga y surge la alegría espiritual que viene acompañada de la ausencia de temor y marca el final de los excesos emocionales.

Mircea Eliade dice que Buda no ofreció ninguna definición de nirvana, pero en sus enseñanzas vuelve una y otra vez sobre sus atributos. Dado lo equívoco del concepto, los intérpretes proponen decir lo que el nirvana no es.

Como sea, Buda da una pista de este estado al señalar: “Hay una condición donde no hay tierra, ni agua, ni aire, ni luz, ni espacio, ni límites, ni tiempo sin límites, ni ningún tipo de ser, ni ideas, ni falta de ideas, ni este mundo, ni aquel mundo. No hay ni un levantarse ni un fenecer, ni muerte, ni causa, ni efecto, ni cambio, ni detenimiento”.

© El Día de Gualeguaychú

 
Deja un comentario

Publicado por en 13/02/2023 en Uncategorized

 

Etiquetas: , , , , , , , , , , , ,

El estado de liberación según la mística oriental

El 8 de febrero se celebra el Día del Nirvana, destinado a la contemplación en aquellos lugares de retiro y de espiritualidad como los monasterios o los templos.

No es nada fácil definir el nirvana, aunque la mayoría de los intérpretes recomiendan comprender este fenómeno en los términos de las filosofías, las técnicas ascéticas y contemplativas surgidas a orillas del mítico río Ganges.

Al respecto el historiador de las religiones Mircea Eliade sostiene que las místicas indias persiguen el mismo fin: curar al hombre del dolor de la existencia en el Tiempo.

Para el pensamiento indio, el sufrimiento fue instaurado y prolongado indefinidamente en el mundo por el “karma”, por la temporalidad. La ley del karma son las innumerables reencarnaciones, un retorno eterno a la existencia y, por tanto, al sufrimiento.

Liberarse de la ley kármica equivale a la curación. La realización del nirvana implica justamente la liberación definitiva del sufrimiento de la existencia o de los estados de reencarnación de todos los seres vivos.

Este estado de liberación puede alcanzarse mediante el recurso de técnicas especiales de concentración y meditación formuladas por las tres grandes tradiciones espirituales de la India: el hinduismo, el jainismo y el budismo.

En el hinduismo, aunque el concepto de nirvana apunta a la liberación del sufrimiento, no obstante se inscribe dentro de su propio marco religioso. En este sentido representa una fusión del alma o “atman” con la divinidad o lo absoluto.

Ha sido el budismo, la otra tradición india, quien ha exportado el concepto de nirvana a Occidente, sobre todo en los ambientes de la cultura urbana, donde suele interpretarse como un estado de beatitud excelsa, a través de técnicas especiales de concentración y de meditación, conocidas desde hace siglos en la India y vinculadas al Yoga.

El budismo se diferencia de la mayoría de religiones en que no alberga la idea de un Dios personal, sino que se centra en el desarrollo espiritual individual y en la búsqueda de la luz, a partir de las enseñanzas y la experiencia de Siddharta Gautama, un príncipe del siglo VI a.C. que se convirtió en monje errante y se consagró al sufrimiento humano.

Buda atribuía el sufrimiento al deseo. En uno de sus discursos más célebres, el “Sermón del fuego”, explicó que la humanidad “arde en el fuego de la lujuria, del odio, de las falsas ilusiones. Digo que arde en el nacimiento, en la vejez y en la muerte, en los pesares, en las lamentaciones, en los dolores, en las preocupaciones, en la desesperación”.

Para evitar consumirse de este modo, Buda estableció la tercera noble verdad, la posibilidad de liberación en el nirvana, el estado en el que se alcanza la luz, donde el fuego se apaga y surge la alegría espiritual que viene acompañada de la ausencia de temor y marca el final de los excesos emocionales.

Mircea Eliade dice que Buda no ofreció ninguna definición de nirvana, pero en sus enseñanzas vuelve una y otra vez sobre sus atributos. Dado lo equívoco del concepto, los intérpretes proponen decir lo que el nirvana no es.

Como sea, hay cierto consenso respecto de que es un estado libre de sufrimiento,  una especie de imperturbable tranquilidad, alcanzado por el ser humano al finalizar su búsqueda espiritual, por efecto de la extinción del deseo, la mala voluntad, la ilusión vana.

© El Día de Gualeguaychú

 
Deja un comentario

Publicado por en 12/02/2022 en Uncategorized

 

Etiquetas: , , , , , , , , , , , ,

El caso de los niños que recuerdan vidas pasadas

La televisión norteamericana, haciéndose eco de una literatura afín a los fenómenos paranormales, viene mostrando algunas inexplicables historias de niños que afirman poseer recuerdos de vidas anteriores.

Esos niños relatan quiénes eran, a que se dedicaban, dónde vivían y como murieron. Concretamente en el programa  “Niños reencarnados”, que se emite por el canal A&E (Arts & Entertainment), se han relatado casos fascinantes.

Por ejemplo el de Jessica, que dice haber luchado en una batalla del siglo XVII; Ahna, quien asegura haber vivido en el antiguo Egipto; Rylann que afirma haber muerto en un accidente de avión en 1982; o el de otra joven que recuerda perfectamente la época del cine mudo y vive obsesionada con la trágica muerte de varias de sus estrellas favoritas.

Impactante es el caso de James Leininger, un pequeño niño que aseguraba que en una vida pasada había sido James Huston, un piloto de caza norteamericano de 21 años que desapareció en acción en 1945, durante un combate en el Pacífico contra los japoneses, en la Segunda Guerra Mundial.

Esta historia comenzó cuando el pequeño James Leininger tenía dos años, edad en que según relataron sus padres, Andrea y Bruce, comenzó a sufrir de recurrentes pesadillas

Andrea Leininger contó que “yo lo despertaba mientras gritaba. Cuando le preguntaba qué era lo que estaba soñando, me respondía que ‘un avión en llamas se había estrellado’, y que ‘un pequeño hombre no podía salir’”.

A los tres años de edad James comenzó a dibujar, con detalle preciso, el mar y batallas aéreas con los detalles correspondientes a las aeronaves utilizados durante la Segunda Guerra Mundial y a los cuatro años construyó su propia cabina de avión

La familia se dedicó a investigar acerca de lo que decía James y descubrió que la historia que contaba su hijo era totalmente real. Toda la evidencia indicaba que el espíritu de James Huston formaba parte de la vida de James.

Estos casos vienen a respaldar las investigaciones de Ian Pretyman Stevenson (1918 – 2007), un profesor universitario de psiquiatría canadiense,  autor de varios libros, incluyendo “Veinte casos que hacen pensar en la reencarnación” (1974).

Stevenson realizó múltiples viajes para llevar a cabo su investigación de campo, tomando contacto con casos en África, Europa, India y América del Norte y del Sur, y llegó a la conclusión de que la reencarnación (la supervivencia de la personalidad después de la muerte) era “la mejor explicación posible” de estas extrañas historias.

La corriente dominante de científicos tiende a ignorar los descubrimientos de Stevenson, pero no es el caso el doctor Jim B. Tucker, quien cuenta con una unidad investigativa en la Universidad de Virginia que se enfoca en el estudio de estos casos. Tucker publicó en 2005 el libro “Vida antes de la vida: Los niños que recuerdan vidas anteriores”.

Por su parte  el psicólogo clínico Jesús Soto Espinosa, quien está afiliado al instituto investigativo Rhine Research Center de la Universidad de Duke, confirma que “por décadas se han hecho investigaciones sobre niños que han compartido datos relacionados con una vida anterior”.

Suponiendo la hipótesis de la reencarnación, ¿por qué la mayoría de los niños no recuerdan vidas pasadas? La respuesta de Espinosa es que todos poseemos un mecanismo de defensa que es el olvido, pero este bloqueo no funciona en todas las personas por igual, asegurando que hay quienes son más sensibles a abrir las puertas de los recuerdos, sobre todo si estos son traumáticos.

 

© El Día de Gualeguaychú

 
Deja un comentario

Publicado por en 25/08/2020 en Uncategorized

 

Etiquetas: , , , , , , ,