Hoy el Colegio Nacional “Luis Clavarino” cumple 100 años de vida, una institución que atesora una rica historia y que está unida al empuje y la visión de personalidades destacadas de la sociedad nativa.
Esa comunidad educativa seguramente recordará con emoción, en sus actos celebratorios, la figura del Pbro. José María Colombo, un “cura civilizador” como se lo ha catalogado con justicia.
Fue efectivamente por iniciativa del Padre Colombo que se gestó la empresa formativa para los jóvenes de la ciudad. El sacerdote, un hacedor de escuelas y colegios, visualizó que faltaba en Gualeguaychú un bachillerato.
Los que querían cursarlo debían trasladarse hasta Concepción del Uruguay, con las dificultades y sacrificios que ello imponía. Fue así que en 1913 Colombo funda un colegio secundario privado, incorporado a la enseñanza oficial.
Esto permitió que los alumnos cursaran las materias en Gualeguaychú, y luego concurrían al Colegio Nacional “Justo José de Urquiza” de la ciudad vecina para rendir los exámenes.
El emprendimiento local funcionaba con el patrocinio de la Comisión de Fomento Educacional, que presidía Arturo Washington Bandó. Con el tiempo, y a medida que se afirmaba, el novel instituto buscó su independencia.
Dos años más tarde, en 1915, la Comisión de Fomento Educacional estaba presidida por Sixto Vela, a quien acompañaban Emilio Goyri, Luis Doello Jurado y Julio Villagra.
Estos vecinos iniciaron gestiones para obtener la nacionalización del Instituto de Estudios Secundarios que era dirigido por el presbítero Colombo. La iniciativa encontró apoyo en Buenos Aires.
De esta manera, el 21 de octubre de 1915 quedó nacionalizado el Colegio de Gualeguaychú, fecha que hoy se conmemora. La decisión partió del Ministerio de Justicia e Instrucción Pública, por ese entonces a cargo de Carlos Saavedra Lamas, el jurista argentino que sería galardonado en 1936 con el Premio Nobel de la Paz.
El colegio funcionaba en el local de la Escuela Rawson, de donde posteriormente pasó al actual edificio, obtenido merced al donativo que hiciera Malvina Seguí en memoria de su esposo, Luis Clavarino –cuyo nombre lleva el colegio-.
“Diarios de la época dicen que desde la extinción de su malogrado esposo, el carácter de la dama declinó y la voluntad cedió en parte, por ello decidió redactar su testamento en el que donaba la finca y el terreno que poseía en la calle Mitre Nº 499, al superior Gobierno de la Nación, con la expresa condición de que se instalará y funcionará en ella un Colegio Nacional, que debería llevar el nombre de su finado esposo, don Luis Clavarino”, señala Fernández.
En 1917, el Presidente de la Nación, don Hipólito Yrigoyen, expidió un decreto aceptando la donación del edificio. “La interesante construcción respondía al modelo de escuelas-palacio que indicaba el proyecto educativo moderno, para las edificaciones escolares, desde finales del siglo XIX”, comenta la historiadora local.
Cabe consignar que el primer Rector de la institución educativa fue José Bolfo quien asumió ese cargo el 4 de agosto de 1916
Incontable cantidad de alumnos han pasado y continúan pasando por las aulas del Colegio Nacional “Luis Clavarino”, institución que puede exhibir en su centésimo cumpleaños una rica historia, empezando por aquellos que la soñaron y dieron los primeros pasos para su realización.
© El Día de Gualeguaychú
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